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Su Santidad recibe a una representación de la Junta Directiva de UCIPE el pasado sábado 3 de junio en el Vaticano.
El Papa ya nos ha dicho cuáles son los pecados del periodista y lo ha hecho durante la audiencia privada que el pasado día 3 concedió a la Junta Directiva de la Unión Católica de Informadores y Periodistas de España (UCIPE), formada por el Presidente, Rafael Ortega; el vicepresidente, José María Legorburu; la Secretaria General, Laura Martínez Otón, y el Consiliario Nacional, el sacerdote, Josetxo Vera.
“Desinformación, calumnia, difamación y cropofilia”, son según Francisco, los pecados de los periodistas en la actualidad, por eso animó ante los miembros de UCIPE a “la urgente necesidad de formar a los profesionales en la Universidad, porque vivimos tiempos débiles en los que hay que hacer crecer a la gente y hacerles pensar y reflexionar. Hay que llevarles al combate de las ideas, porque este hace crecer”. El Pontífice se mostró preocupado y consternado por la deriva de las fake news en la sociedad.
El Papa indicó también que “hay que ser buen profesional”, pero con “altura ética” al margen de los apellidos confesionales. Preguntado acerca de las filtraciones, en muchas ocasiones perversas, manifestó que “a los chivatos que soplan cosas de Roma como nombramientos, pagando y comprando informaciones… a esos fuera”.
Al Papa le importa la dificultad de muchas mujeres para ejercer la profesión, pues hay que combinar la familia con el periodismo, Francisco animó a todas las comunicadoras a mantener el equilibrio donde lo más importante es “educar con ternura” y recomendó que con “los adolescentes no se tomaran decisiones en caliente”.
En definitiva, una emocionante audiencia privada que la Junta Directiva de UCIPE vivió en representación de todos los periodistas católicos de España, a los que el Santo Padre envió su Bendición Apostólica, tras haber comentado con el Pontífice la presencia ya de Beatos periodistas, como el Beato Lolo y los procesos de beatificación que están en marcha del Padre Gago y de Ángel Herrera Oria.
La salud del Papa era aparentemente buena. Nos recibió y despidió de pie apoyado en su bastón. Pudimos comprobar que mantuvo su agenda activa desde las 8:30 a.m cuando comenzó a recibir en su despacho a delegaciones, prelados y otras visitas privadas.
