La Unión Católica de Informadores y Periodistas de España (UCIP-E) ha otorgado el Premio Lolo de Periodismo Joven, en su cuarta edición, a Samuel Gutiérrez Aparcero, redactor del semanario Catalunya Cristiana, publicación del Arzobispado de Barcelona, desde el año 2000, y colaborador de la emisora de radio diocesana Ràdio Estel.

El jurado, encabezado por su presidente, D. Rafael Ortega Benito e integrado por la junta directiva de UCIP-E, ha destacado su trabajo en el semanario de información religiosa. Se le considera digno de esta mención porque en su labor profesional ha quedado patente rasgos como la profesionalidad y el compañerismo, el servicio a la dignidad del hombre y los valores evangélicos.

Samuel Gutiérrez Aparcero (nacido en Barcelona en 1977) es licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona. Su carrera profesional se inició a través de colaboraciones en la revista VaiVé, en Ràdio Sant Feliu y el Centre d’Estudis Comarcals del Baix Llobregat durante los años 1996 y 1998. Después realizó prácticas externas en Radio Nacional de España en Cataluña y colaboró en la revista La Veu del Carrer, durante el curso 1998/1999.


Los galardones correspondieron, en su 3ª edición, a Pedro José Rodríguez Rabadán, periodista de Telemadrid, y en su 4ª edición, a Samuel Gutiérrez Aparcero, periodista del semanario “Catalunya Cristiana”. El acto de entrega se desarrolló en la sede de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE), cuya presidenta, y socia de UCIP-E, Elsa González, ejerció de anfitriona.

samuel gutierrez, pedro j rabadan y rafael higueras

Los periodistas premiados junto a Rafael Higueras

Pedro J. Rodríguez Rabadán obtuvo el Premio “Lolo” por su trabajo en la cobertura informativa que hizo Telemadrid de la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid. Licenciado en periodismo por la Universidad CEU-San Pablo, ha trabajado en Radio Nacional de España, Cadena COPE y Popular TV, y actualmente es editor de Telenoticias 2 en Telemadrid, donde ha dirigido la sección de nacional y presentado programas informativos.

Por su parte, Samuel Gutiérrez se ha hecho merecedor del galardón por su trabajo en el semanario de información religiosa “Catalunya Cristiana”, del Arzobispado de Barcelona, donde ha demostrado gran profesionalidad y compañerismo, al servicio de los valores evangélicos. Samuel es licenciado en periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona. Se inició en la profesión en la revista VaiVé y en Ràdio Sant Feliu. Pasó por Radio Nacional de España y colaboró con la revista La Veu del Carrer. Actualmente también es colaborador de la emisora diocesana Ràdio Estel.

Abrió el acto de entrega de los premios “Lolo” la presidenta de la FAPE, Elsa González, que pidió ética en los medios de comunicación y reivindicó que el periodismo, más necesario que nunca, no pierda el norte al que se debe: la verdad, por mucho que haya rápidos cambios sociales o tecnológicos.

En la mesa presidencial del acto estuvieron también Rafael Ortega, presidente de UCIP-E, y Darío Chimeno, secretario general y director de la revista Mundo Cristiano. Hasta la mesa se acercaron a continuación los galardonados para recoger los premios y dedicar unas palabras a los asistentes. Pedro J. Rodríguez agradeció a UCIP-E la concesión de este premio, así como a su familia y su esposa, e hizo referencia a su trabajo en las retransmisiones de Telemadrid durante la Jornada Mundial de la Juventud, una labor no exenta de dificultades.

intervencion de samuel gutierrezSamuel Gutiérrez también tuvo palabras de agradecimiento a UCIP-E por la concesión del premio. Hizo en su discurso un elogio de la humildad y la alegría de la fe, y reivindicó la necesidad que supone para el periodista católico “el descubrir el rostro y la presencia de Dios en las personas y los acontecimientos”. Se manifestó muy feliz de poder estar trabajando al servicio de la verdad y de la Iglesia, “un privilegio, una bendición de Dios, algo apasionante”, y comparó su ejercicio de la profesión, cuando las personas le abren de par en par su corazón, con la experiencia de Moisés ante la zarza ardiente, “sintiendo que tocas tierra sagrada”. Pidió responsabilidad en el ejercicio del periodismo, y advirtió de la necesidad de “estar con los oídos abiertos y con los ojos muy pendientes, bien unido a la fuente, que es Jesucristo, para reconocerle en todos los acontecimientos”. Recordó las palabras del Papa Francisco comparando la labor de la Iglesia y la labor periodística, una labor muy parecida, porque “ambos servimos a la verdad”. Terminó con una llamada a “dejarse sorprender siempre por Dios”, con una mirada esperanzada, definiendo a los periodistas como instrumentos en manos del Señor y “siervos que sólo hicimos lo que teníamos que hacer”.

Fernando Segú, miembro de la junta directiva de UCIP-E, y veterano miembro de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), tomó la palabra también para tener un recuerdo para el que fuera Presidente de FAPE y de la Asociación de la Prensa de Madrid, el periodista Alejandro Fernández Pombo, “quien ha defendido con tremenda ilusión todo lo referido al Beato Lolo”, y rememorar la buena acogida que el Arzobispado de Barcelona dispensó a los socios de UCIP-E en la asamblea de la organización celebrada en junio pasado en la ciudad condal.

Rafael Ortega, presidente de UCIP-E, asociación vinculada a la FAPE, dijo en su discurso, con el que clausuró la entrega de premios, que “ser periodista y ser católico es casi una provocación, pero somos muchos en todo el mundo y en España, más de los que nos imaginamos”. Se mostró especialmente preocupado por la situación del periodismo en nuestro país, una profesión a la que se está llegando con “poca preparación y como trampolín para otras metas”, a la vista de lo que se ve en televisión y lo que aparece en muchas páginas impresas. Reivindicó que los futuros periodistas no usen la radio, televisión, o la prensa para la descalificación.

En una sociedad en la que avanza el laicismo y se quiere relegar la fe a la vida privada, defendió la necesidad de la presencia pública de los periodistas católicos. “Por ello existe en España la UCIP-E, le pese a quien le pese, en todos los estamentos”, añadió. Rafael Ortega manifestó que “es una alegría para todos los periodistas que alguien que ejerció nuestra bendita profesión, como Lolo, pueda llegar a los altares”, ya que “muchos creen que es complicado que un periodista pueda ser ejemplo de santidad, cuando otros ensucian nuestra profesión y se hacen llamar “periodistas” cuando actúan de un modo que nos avergüenza”.

El presidente de la UCIP-E se hizo eco de las palabras del Papa Francisco en la homilía de la misa de inicio de su pontificado cuando pidió que todos los que ocupan puestos de responsabilidad en los ámbitos políticos y sociales sean custodios de la creación, guardianes al cuidado del otro, sin dejar que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino del mundo. Rafael Ortega pidió que sea así entre los periodistas católicos, y que con este premio “Lolo” seamos capaces de llegar a más comunicadores jóvenes. Pidió a todos que se haga “apostolado entre los periodistas”, especialmente entre los jóvenes, para que defiendan la verdad. A los premiados les dedicó palabras cariñosas de agradecimiento y felicitación, haciéndoles saber que tienen ya “un lugar en la placa de honor que llevamos todos en el corazón”.

El acto concluyó con la foto de familia de los premiados y la junta directiva de UCIP-E, junto a Rafael Higueras, postulador de la causa de beatificación de Manuel Lozano, “Lolo”, a lo que siguió un ágape en la sede de la FAPE en el que los asistentes pudieron conversar animadamente y felicitar personalmente a los galardonados.